Entre los grandes objetivos de cualquier negocio, está siempre ser eficientes, mantenerse por delante de la competencia directa, superarse a sí mismo todos los días y tener una rentabilidad creciente.
En otras palabras: estamos hablando, aquí, sobre el desempeño estratégico y operativo.
Por lo tanto, para lograr sus objetivos, el negocio debe continuar evolucionando constantemente sus estrategias y procesos operativos, sin perder competitividad. En una economía globalizada, las iniciativas empresariales exitosas, basadas en objetivos demostrables que pueden mejorarse, se están convirtiendo en una tendencia. El Business Performance Management (BPM) mejora la integración empresarial para alcanzar sus objetivos de rendimiento.
En estos tiempos, para seguir siendo competitivas, las organizaciones deben hacer más con menos, tomar decisiones estratégicas con frecuencia y centrarse más en el cliente. Esto implica tener o adquirir la capacidad de superar obstáculos, especialmente los internos, como la gestión corporativa, en partes clave como el proceso de planificación, donde, en general, la dedicación del tiempo es excesiva y por lo tanto, puede ser muy costosa e ineficaz.
El hecho es que mirar hacia el futuro es realmente importante en el campo comercial. El Business Performance Management es una iniciativa comercial clave que permite a las organizaciones evaluar dónde están ahora, dónde estarán en seis meses, en un año, en tres años… y cómo será el negocio en ese momento.
Las organizaciones entendieron la importancia de cumplir realmente los objetivos definidos por su estrategia. Y esto debe hacerse con herramientas que les permitan dar forma a su futuro. Aquí es donde el almacenamiento inteligente de datos tiene un impacto decisivo.
Pensando en el almacenamiento de datos para un rendimiento estratégico y operativo
El camino aquí implica adquirir una actitud de enfoque diferente de cómo hacer el almacenamiento de datos (para aprovecharlo al máximo).
Los activos tecnológicos se adquieren como instrumentos para ayudar en las operaciones diarias, en las que se registran las transacciones y a través de las cuales se gestionan los procesos operativos, la automatización del cumplimiento y los controles que acumulan datos de rendimiento financiero y operativo.
Es común ver en algunas organizaciones cómo se tratan estos datos de forma aislada, es decir, cada departamento o proceso trata individualmente con datos dentro de su competencia, una debilidad que las empresas deben corregir integrando estos sistemas en una fuente unificada de información de desempeño y habilidades analíticas.
En este contexto, los sistemas avanzados de Business Intelligence (BI) son un ejemplo de una herramienta para procesar datos almacenados de manera integral. Los métodos, las técnicas y las herramientas de soporte de gestión pueden integrarse perfectamente con los componentes de Business Intelligence y los sistemas especiales de Business Performance Management (BPM).
Vea las ventajas de estos sistemas:
- Le permiten recopilar y almacenar datos de diferentes departamentos, puntos de referencia, objetivos y reglas comerciales.
- Facilitan resúmenes y desgloses de los indicadores analizados de acuerdo con criterios de agregación jerárquica (mediciones estructuradas de desempeño).
- Mantienen alertas continuas de escaneo, permitiendo a los tomadores de decisiones evaluar rápidamente qué procesos de negocios son exitosos y cuáles necesitan su atención.
- aumentan los impactos en el rendimiento
- Los procesos, metodologías y tecnologías subyacentes a BPM y la relación entre BPM e inteligencia de negocios permiten un enfoque holístico del rendimiento. Tener un sistema de información de desempeño comercial efectivo para apoyar el proceso de toma de decisiones, especialmente a nivel estratégico, es esencial para cumplir con los objetivos y metas comerciales.
Además, contar con información integrada le permite utilizar varios indicadores (cuantitativos y cualitativos) de manera equilibrada en relación con objetivos específicos y / o puntos de referencia del sector, lo que facilita la toma de decisiones oportuna por adelantado.
La gestión estratégica se ve facilitada por la capacidad de análisis conjunto, en todos los niveles de la organización (análisis táctico y operativo) para apoyar las decisiones.
La gestión de rendimiento puede verse como el último componente de la inteligencia empresarial y es esencial para las organizaciones de calidad basar su rendimiento en un almacenamiento de datos confiable, para su aplicación en una planificación estratégica efectiva que garantice un rendimiento satisfactorio. Debido a que las personas tienden a confiar más en los datos que entrega un sistema todos los días, se necesita que las organizaciones se alineen con el Business Performance Management.
Por lo tanto, en un mundo en el que la tecnología está revolucionando y transformando las operaciones comerciales, tener soluciones inteligentes que ayudan a conectar, analizar, controlar, proteger y compartir datos confiables, dándoles visibilidad, con la agilidad deseada en la toma de decisiones, es vital.